Nueva perspectiva sobre el mercado inmobiliario y las inversiones alternativas:
El mercado inmobiliario ha sido históricamente un terreno fértil para los inversores españoles, quienes han demostrado una marcada preferencia por el sector del ladrillo. En consecuencia, la inversión en bienes raíces se ha convertido en una de las opciones más conocidas dentro de las inversiones alternativas. No obstante, a pesar de su popularidad, este mercado está generando cada vez más interrogantes entre los inversores.
En los últimos tiempos, el sector inmobiliario a nivel mundial se enfrenta a un endurecimiento de las condiciones crediticias debido a las alzas en las tasas de interés por parte de los bancos centrales. Los analistas anticipan una disminución en el número de transacciones de compra y venta de viviendas en comparación con ejercicios anteriores, dado el encarecimiento de las hipotecas.
"Precisamente, hemos observado una reducción en los volúmenes de operaciones durante los últimos trimestres debido al aumento de los tipos de interés y la inflación", explicó Pilar Martí-Fluxá, responsable de desarrollo de negocio de inversión alternativa en JP Morgan Asset Management España, durante la presentación de la Guía de alternativos correspondiente al segundo trimestre de 2023.
Esta caída en la demanda se suma a un proceso de transformación que el sector inmobiliario ha experimentado en los últimos años, el cual se vio acelerado por la pandemia. Además de un enfoque creciente en la sostenibilidad, se destacan cambios significativos como la reducción de la demanda de espacios de oficinas debido al incremento del teletrabajo.
"Estamos presenciando una disminución en el área total de oficinas arrendadas en Estados Unidos. Si bien aún existe demanda por espacios de oficinas, esta es más moderada, lo cual es comprensible dado que cada vez más personas adoptan modelos de trabajo híbridos", señaló Martí-Fluxá.
¿Cuáles son los otros cambios que está experimentando el mercado inmobiliario? Al igual que en otros sectores, los consumidores se han vuelto más exigentes. "No solo buscan oficinas más pequeñas y con características diferentes, sino que los inquilinos se han vuelto mucho más selectivos", explicó Martí-Fluxá.
Esta creciente exigencia por parte de los inquilinos también se refleja en los precios de los activos. "Los inquilinos requieren de menos espacio, pero están dispuestos a pagar una prima para asegurarse de que los metros cuadrados que alquilan sean los adecuados y cuenten con todas las características que desean, como áreas verdes, luz natural y buena conectividad", indicó.
A pesar de la disminución en la demanda, el comportamiento de los precios no es uniforme entre las construcciones antiguas y las nuevas. "Hemos observado que los precios de algunos activos continúan en aumento. Los precios de las nuevas construcciones siguen creciendo, mientras que los de las propiedades existentes se mantienen estables. Esta diferencia ya existía antes de la pandemia, pero se ha acentuado", aseguró Martí-Fluxá.
"A medida que las tasas de interés han aumentado, la rentabilidad ha disminuido y se encuentra por debajo de la media. Sin embargo, existen diferencias entre los sectores: el sector industrial ha registrado niveles de ocupación más altos, mientras que el sector de oficinas ha experimentado una corrección significativa, y el sector comercial ha experimentado una corrección seguida de un cambio de tendencia", explicó.
A pesar de las dudas presentes, Martí-Fluxá considera que aún existen oportunidades interesantes en el mercado inmobiliario, aunque requieren un análisis exhaustivo. "A pesar de los obstáculos que enfrenta el sector inmobiliario, vale la pena investigar más a fondo, ya que existen activos con altos niveles de ocupación que logran aumentar los alquileres, generando así ingresos estables y en crecimiento", afirmó.
En relación a las inversiones alternativas, la incertidumbre que aún prevalece en los mercados financieros se ha dejado sentir en este ámbito. Según los datos de JP Morgan AM, hasta finales de mayo, la captación de fondos destinados a inversiones alternativas alcanzó los 418.000 millones de dólares estadounidenses.
"Nos encontramos a mitad de año y, en comparación con el año anterior, parece que los inversores han perdido algo de ímpetu en cuanto a la captación de fondos destinados a inversiones alternativas", afirmó Martí-Fluxá.
Si se mantiene el ritmo actual, todo indica que el año 2023 será más modesto en términos de inversiones alternativas en comparación con 2022. "No podemos estar seguros de que este año sea tan próspero como el anterior", destacó Martí-Fluxá, atribuyendo este descenso a las mayores dudas en torno a la persistencia de la inflación, la política monetaria y la posibilidad de una recesión.
A pesar de la disminución en la captación de fondos, las reservas de capital todavía se mantienen en niveles elevados. "Aunque las reservas de capital destinadas a activos alternativos han disminuido en los últimos dos años, siguen siendo significativas gracias a los años excepcionalmente fuertes que hemos experimentado en la última década", aseguró.
Martí-Fluxá considera que, en momentos como el actual, es necesario ser selectivo al invertir. "Nos encontramos en un entorno más desafiante para captar capital, además de que el costo de ese capital ha aumentado. Esto obligará a los inversores a ser más selectivos en cuanto a las inversiones que realizan y los proyectos en los que deciden invertir. Habrá ganadores y perdedores. Esto generará mercados más eficientes, donde solo los mejores proyectos serán capaces de atraer capital", concluyó.
Fuente: www.finect.com
Autor: Javier Vicente
www.ALABAPROPERTIES.COM
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